Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

sábado, 30 de agosto de 2008

El tsunani silencioso


En todo el mundo están estallando disturbios por los precios de los alimentos. Ha habido protestas en Egipto, Camerún, Filipinas, Burkina Faso, Costa de Marfil, Mauritania y Senegal., un manifestante senegalés, le dijo a perioditas de la agencia Reuters: "Nos manifestamos porque tenemos hambre. Necesitamos comer, necesitamos trabajar, tenemos hambre. Eso es todo. Tenemos hambre". El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, ha lanzado un grupo de trabajo para hacer frente al problema, que amenaza, según declaró, con llevar "el fantasma de una hambruna generalizada, la malnutrición y el descontento social a una escala sin precedentes". El Programa Mundial de Alimentos calificó esta crisis alimentaria como la peor en 45 años, y la describió como un "tsunami silencioso" que sumirá en el hambre a otros 100 millones de personas.

Detrás del hambre, detrás de los disturbios se encuentran los llamados acuerdos de libre comercio y los brutales acuerdos de préstamos de emergencia impuestos a los países pobres por las instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional. Los disturbios por el alza de los precios de los alimentos en Haití han dejado seis muertos y cientos de heridos, y condujeron a la destitución del primer ministro Jacques-Edouard Alexis.

Algunos miembros de ONG que han regresado de Haití han descrito la situación "el hambre está en marcha alli". La basura es cuidadosamente revisada en busca de cualquier resto de comida que pudiera haber. Los bebés lloran con frustración, intentando conseguir leche de una madre demasiado anémica para producirla". Estas organizaciones no gubenamentales piden la condonación de la deuda para que Haití pueda dedicar a escuelas, infraestructura y agricultura los 70 millones de dólares que paga cada año en concepto de intereses al Banco Mundial y otras entidades.

El alza del precio de los alimentos se atribuye generalmente a una "tormenta perfecta" provocada por la disminución de la oferta de alimentos a causa de las sequías y otros problemas relacionados con el cambio climático, el aumento de los costos del combustible empleado para cultivar y transportar los alimentos, y la mayor demanda de biocombustibles, que ha desviado cultivos como el maíz hacia la producción de etanol.

El delegado especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, exhortó a suspender la producción de biocombustibles: "Quemar alimentos hoy para que sirvan a la movilidad de los países ricos es un crimen contra la humanidad". Ziegler pidió a la ONU que impusiera una prohibición de cinco años a la producción de biocombustibles derivados de alimentos. El Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, por sus siglas en inglés), un grupo de 8 000 científicos de todo el mundo, también ha lanzado críticas contra los biocombustibles.

En una conferencia de prensa, el presidente Bush defendió la utilización de alimentos para producir etanol: "Lo cierto es que el hecho de que nuestros granjeros cultiven energía responde a nuestros intereses nacionales; a diferencia de tener que comprarla en partes del mundo que son inestables o en donde pueden no apreciarnos". Una parte del mundo que sí aprecia a Bush y su política la forman las corporaciones multinacionales de la alimentación.

El grupo internacional sin fines de lucro GRAIN acaba de publicar un informe llamado Making a killing from hunger (Ganar fortunas gracias al hambre). En el informe, GRAIN señala que las principales multinacionales están generando inmensas ganancias en medio de la creciente desgracia del hambre mundial. Las ganancias han aumentado para las gigantes de los agronegocios Cargill (un 86%), Bunge (un 77%), y Archer Daniels Midland (que se autodefine como "el supermercado del mundo"), la que ha disfrutado de un 67% de aumento de sus ganancias.

GRAIN escribe: "¿Se trata de una fluctuación pasajera de los precios? No. ¿Una escasez de alimentos? Tampoco. Nos hallamos frente a un desmoronamiento estructural, resultado directo de tres décadas de globalización neoliberal. [¼ ] Hemos permitido que los alimentos pasen de ser algo que da de comer a la gente y le garantiza su sustento vital a ser una mercancía expuesta a la especulación y al juego del mercado". El informe afirma: "La cantidad de dinero especulativo invertido en los mercados de futuros [¼ ] era menor de 5 000 millones de dólares en el 2000. El año pasado trepó hasta cerca de 175 000 millones de dólares".

En 1946 hubo una crisis mundial de alimentos. Entonces, al igual que ahora, la ONU formó un grupo para ocuparse del tema. En su reunión, el director de la Administración de Ayuda y Rehabilitación de la ONU, el ex alcalde de Nueva York, Fiorello LaGuardia, declaró: "Ticker tape ain’t spaghetti" ("Las acciones bursátiles no son comestibles"). En otras palabras, el mercado de valores no da de comer a los hambrientos. Sus palabras siguen siendo ciertas hoy en día.

En el mundo de hoy existe la tecnología necesaria para alimentar al planeta entero de forma orgánica, local y sustentable. Los grupos de presión de las grandes empresas de la alimentación y la energía cambiar de rumbo o los disturbios por los precios de los alimentos que ahora ocurren en lugares distantes llamarán pronto a sus puertas. (Tomado de Democracy Now)

Debajo teneis un video "los objetivos del milenio"


2 comentarios:

C. L. DeMedeiros dijo...

yo fue monje dominicano
en Bolivia
he visto guaguas morrir
por falta de la leche en las tetas delas madres.
la realidad del hambre va cobrir el mundo aun mas...

una pena
por que es possible solucionar el problema
pero la ceguera social es mayor que la mejor intencion

me gusto tu blog.

Francisco Lorenzo dijo...

para c.l.demeiros: agradesco tu comentario, y como conocedor de la realidad de latinoamerica te invito a publicar en el blog cualquier asunto con toda libertad te doy mi dirección de correo eléctronico:aluico@gmail.com, las entradas llevaran tu firma o seudonimo. Un abrazo solidario para ti y para todos los hermanos de America