Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

domingo, 15 de junio de 2008

LA NOCHE DE SAN JUAN O EL SOLSTICIO DE VERANO



Ni que decir tiene que esta fiesta es de origen pagano, muy anterior a las religión cristiana, uno de los antecedentes podemos buscarlo en la celebración celta del Beltaine, este nombre significa " bello fuego" y era un festival anual en honor del dios Belenos .
Durante el Beltaine se encendían hogueras que se saltaban con pertigas por los más atrevidos, a continuación se hacia pasar los rebaños por entre las llamas para purificarlo y protegerlo de enfermedades, a la vez se rogaba y pedía a los dioses que la madre tierra fuera fructífera y diera buenas cosechas.
Otra de las raíces de están singular noche hay que buscarlas en las " fiestas griegas dedicadas al dios Apolo ," que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos por su parte , dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos, tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas, ya entonces se atribuían propiedades medicinales a la hierbas que se recogían esa noche. El Cristianismo y la religión Católica fueron expertos en reciclar viejos cultos y ritos paganos.
La noche y el amanecer están dedicados a San Juan en un esfuerzo de cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esa mágica jornada , en la que todas las sociedades tradicionales del viejo continente ponen en marcha numerosos rituales de antiguo origen. La fiesta no es especifica de un país ni de una cultura, sino que se extiende por toda Europa con diversas variantes.
Un personaje-símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración. Por una parte el Sol, que según la tradición popular sale bailando al amanecer del día 24, por otra , el santo de la fecha, San Juan, encargado de dar santidad a la fiesta, pero no ocupa lugar central en los rituales.
Con el Cristianismo, San Juan toma posesión del solsticio de verano como Jesús ocupa el solsticio de invierno por que fue imposible erradicar las ancestrales celebraciones solares que se pierden en la noche de los tiempos y que para nuestros antepasados eran fechas de transición astral y que anunciaban cambios en la naturaleza.
En Motril la tradición manda que todo el mundo pase esa noche en el rebalaje junto a cientos de hogueras, con la barbacoa asando sardinas y otras viandas apropiadas, y a las doce , darse el primer baño del verano los muy valientes , los demás nos lavamos la cara con el agua del mar, pero eso si, bien jarticos de todo lo que encarte en honor a San Juan, o al verano que comienza, a mi me da igual . este año tampoco pienso perdermelo , vosotros seguro que tampoco.

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