Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

martes, 14 de diciembre de 2010

ENRIQUE MORENTE: IN MEMORIAM

Hoy la noticia, la triste noticia  es la muerte de Enrique Morente. El artista que sentaba cátedra cada vez que desbordaba su capacidad creativa. Con su cante ancho y arriesgado. Con ese eco tan personal de su voz. Enrique Morente, el artista renovador del flamenco ha fallecido en Madrid tras las complicaciones surgidas a raíz de una operación quirugica. Desde que el pasado jueves empezaron a circular rumores sobre la gravedad de su situación,  sus numerosos seguidores  hemos estado en vilo temiéndonos lo peor, como al final ha sucedido, donde los pronósticos más pesimistas se han confirmado.

Enrique Morente  ha sido uno de los cantaores  que más huella ha dejado en la definición del flamenco contemporáneo. "Me criticaban por ser innovador y no ser gitano", dijo en una entrevista al "Periódico  de Cataluña" en 1993 antes de cantar en el Grec. "Hay que ser salvaje, libre y cantar lo que te salga", aseguró un año después, antes de abrir el ciclo Músiques del món en el Jazz Sí Club. Enrique Morente ha participado en  todos los festivales flamencos de Andalucia, Murcia, Cataluña y Estremadura, ha llevado su arte por todo el mundo desde su  Granada natal hasta Nueva York, Londres, París o Tokio.


ALGUNOS DATOS SOBRE SU BIOGRAFIA Y SU OBRA
Enrique Morente nació el día de Navidad en Motril (de aquí a 12 días hubiera cumplido 68 años)   trasladandose con unos pocos meses con su familia al barrio granadino del Albaicín,siendo un adolescente viajó a Madrid para abrirse camino y empezó a trabajar en tablaos como Las Cuevas de Nemesio, Zambra y el Café de Chinitas, donde fue conocido inicialmente como Enrique el Granaíno. Pronto se relacionó con maestros como Manolo de Huelva, Pepe de la Matrona y Manolo Caracol, convirtiéndose en uno de los cantaores más completos de su generación, como demostró en sus dos primeros discos, Cante flamenco (1967), con el guitarrista Félix de Utrera, y Cantes antiguos del flamenco (1968), con Niño Ricardo.
Sus ganas de innovar le llevaron a experimentar buscando la renovación en la mezcla de las distintas formas de expresión flamenca y desde Homenaje flamenco a Miguel Hernández (1971), adaptaciones de poetas como San Juan de la Cruz, fray Luis de León, García Lorca, Alberti, Machado y Guillén se convirtieron en una constante de sus letras.
El cantaor, volvió al cante puro, con el Homenaje a don Antonio Chacón (1977), por el que recibió el Premio Nacional de Música Popular, y Morente-Sabicas (1990). Pero pronto le entraron de nuevo ganas de hacer travesuras --"el flamenco que yo hago es... torcido", admitió hace solo un año-- y se consolidó en el panorama vanguardista musical con el imborrable Omega, grabado en 1997 con Lagartija Nick, y su aproximación a la obra de Federico García Lorca de Poeta en Nueva York y a las canciones de Leonard Cohen.

En el 2002 presentó el espectáculo África, Cuba, Cai, basado en la fusión de la música africana, cubana y el cante flamenco. Un año después, rindió tributo a la guitarra española en El pequeño reloj, donde colaboraron guitarristas como Ramón Montoya, Tomatito y Niño Josele. En el 2005 presentó 'Morente sueña La Alhambra' y exhibió su inevitable gusto por la experimentación y la fusión. En el 2006 actuó junto a Sara Baras y Vicente Amigo en el Festival de Flamenco de Londres, en el que le bautizaron como "el Picasso del flamenco".
Su siguiente lanzamiento fue precisamente Pablo de Málaga (2008), en el que puso voz y música a textos del pintor malagueño. Curiosamente, entre sus 23 grabaciones no tenía un álbum de directos hasta que en el 2009 se animó a hacerlo porque, según dijo con sorna, "la tarjeta de crédito estaba tiesa". E incluyó un tema nuevo en compañía de los suyos, Estrella Morente (cantaora que sigue la genial estela de su padre), Soleá (la hija universitaria que estaba a punto de dar el salto a la música), Enrique (el pequeño que se curtía haciéndole coros durante sus giras) y sus nietos.
Justo la noche anterior a la operación, dio por finalizado el rodaje del documental del realizador Emilio Ruiz Barrachina El barbero de Picasso, en homenaje a Eugenio Arias (peluquero, amigo y confidente del pintor). Ese día pudo visionar las últimas escenas grabadas: su interpretación de la canción Guern-Irak ante el cuadro El Guernica en el Museo Reina Sofía. Y la grabación en el estudio de la letra de Antonio Vega El Ángel Caído.

Como aficionado al flamenco, pero sobre todo, como seguidor y admirador de  su obra y de su  persona , siento enormemente su perdida y desde estas páginas  quiero trasmitir a su familia mi sentido pésame a la vez que rendirle un pequeño homenaje  a este artista que fue grande en todo, en su  arte, pero quizá mucho  más,  como  ser humano. Descanse en paz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, un lujo leer el blog. No conocía la trayectoria ni la biografía de Enrique Morente. Gracias por el comentario. Aprovecho, para adherirme a Balzac.

Francisco Lorenzo dijo...

Para los Maquis: Es para mi un gran honor el tenerte como lector asiduo en este humilde blog. Muchisimas gracias por tus generosos comentarios.
Aunque todavía faltan algunos días aprovecho para desearte una feliz y solidaria Navidad y que el próximo año traiga salud y prosperidad para todos. ¡ A ver si el 2011 es de verdad el de los brotes verdes!

Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias.
Te deseo igualmente, una muy feliz navidad.
A ver si es verdad, que en 2011, llega algo de recuperación, que ya va haciendo falta.
un saludo