MI NUEVO AMIGO "ARENA"

Hoy amigos lectores y seguidores de este blog le voy a contar una pequeña historia, o un sencillo hecho que me ha sucedido hace una semana. He esperado para contarsela, a que pase un poco la euforia que tenemos estos dias con “La Roja” y el haber conseguido el Campeonato del Mundo.

Esta pequeña historia quizá para muchos de ustedes no tenga demasiado importancia, para otros tal vez le suene a una simple gilipollez, pero en nuestra vida la mayoría de la veces lo verdaderamente importante, no son los grandes hechos, pues estos nos ocurren pocas veces a lo largo de muestra existencia, si no, la sucesión concatenada de pequeños sucesos en nuestro día a día, que son realmente los que determina nuestra mayor o menor felicidad. Por eso este hecho que les voy a contar ha llevado a mi vida un poco de ternura y reconozco también algo más de felicidad en estos días del principio de este verano.

La historia tiene que ver con un tema que aunque ocurre durante todo el año, al comienzo del verano cobra muchísima intensidad, llegando a ser un verdadero problema social a pesar de las campañas que se hacen para sensibilizar a la población de la gravedad del asunto, se trata del maltrato y el abandono de animales.

Con la llegada del periodo vacacional de verano el número de animales abandonados en nuestras ciudades, playas y cunetas de las carreteras españolas crece a un ritmo vertiginoso. La gente de forma insensible abandona a la mascota que hace uno meses compró para contentar a unos niños caprichosos, pensando que son un juguete más de los muchos que tienen. El problema nos afecta a todos, para erradicar este problema, la población debe concienciarse a la hora de adquirir una mascota de todo el tiempo que el animal va a necesitar de sus cuidados,y por supuesto de que deberemos estar junto a él muchos años. Un animal es un ser vivo, no es un juguete que se coge o se deja cuando se quiere.También decirles que esta historia es mi pequeño grano de "Arena" para contribuir a sensibilizar contra el maltrato y el abandono de animales.. Una vez planteado el problema vamos con la historia de mi nuevo amigo,

La historia de mi nuevo amigo “Arena” empezó la noche del jueves de la semana pasada, sobre las 11 de la noche recibo una llamada de mi hijo Francisco en la que me dice que se ha encontrado un cachorro abandonado en la playa, en la inmediaciones del chiringuito " Hoyo 19”, me dice que el animal está muy asustado, desnutrido, debilitado, casi moribundo. Comentamos que si lo deja lo más probable es que muera, o que lo atropelle algún vehículo. En un principio nuestra intención fue recogerlo, llevarlo a una clínica veterinaria y después entregarlo a una Sociedad Protectora de Animales.

Lo bello y bonito de esta pequeña historia viene ahora, cuando "Arena" (se le ha puesto este nombre por el lugar donde se le encontró) se encuentra en casa, en las horas que pasó con nosotros esperando que las clínicas veterinarias abrieran. Yo les confieso, que jamás he tenido perro, ni ninguna otra mascota, pero en esta horas de la madrugada del jueves al viernes el “canalla del Arena" ha conseguido ablandar nuestro duro corazón de humanos. Su mirada triste pero agradecida , sus gemidos de ser desvalido y maltratado hizo que antes de salir con él para la clínica veterinaria tomara la decisión de adoptarlo, con el beneplácito de toda mi familia incluida mi mujer, que en en principio era la más reacia.

Mi nuevo amigo "Arena" mejora de su salud rapidamente, ya me acompaña en mis largos paseos matutinos por la playa, los veterinarios han cumpliemtado toda su documentación, vacunas, el chip de identificación, también su guía-pasaporte para que me acompañe en mis viajes y han fijado su edad en cuatro meses, dia arriba, dia abajo.

Mi nuevo amigo "Arena" sigue teniendo la mirada aun triste , creo que todavía él piensa que le pueden abandonar otra vez, a ratos quiere jugar, como cachorro que es , para mi esto es un buen síntoma, poco a poco va recuperando un poco de felicidad y esto a nosotros nos llena de orgullo. Arena, con su ternura, su indefensión y sobre todo, con la cautivadora mirada de sus bellos ojos tristes nos ha metido a todos en el bolsillo, en pocas horas se ha saltado todo el escalafón de las clases sociales perrunas, ha pasado de "vagabundo de los ojos tristes a príncipe de mi casa".

Un buen amigo que me tiene demostrado su aprecio y cariño, que ha tenido perro toda su vida me comentó al verme con él por primera vez: ¡Paco, ahora si tienes un amigo de verdad, el no te traicionara nunca!. Y un servidor que de traiciones de los humanos podría hacer una tesis doctoral pensó para sus adentros... tienes razón Pepe.

¡Bienvenido a casa amigo Arena, yo tampoco te fallare!