En solidaridad con las víctimas del terrorismo israelí
Israel ha pasado nuevamente y de manera salvaje la línea roja. No se puede consentir. No es permisible que un Estado como el de Israel haga lo que le viene en gana cuasi con la complicidad internacional.
No es permisible que Israel campe a sus anchas. No puede ni debe haber una doble vara de medir. Lo acontecido es total y absolutamente abominable. No se puede atacar bajo ningún concepto a un navío que transportaba ayuda humanitaria con una brutalidad innecesaria, militares pertrechados hasta los dientes contra civiles, y más cuando lo que pretendía ese navío era ayudar a la población palestina de Gaza que vive subyugada por Israel condenándoles a una situación inhumana mientras todos los países occidentales miran hacía otro lado.
Si lo acontecido, lo hubiera realizado cualquier otro estado y ya no hablemos de Irán, Afganistán u otro por el estilo todos los países occidentales y USA habrían condenado sin paliativos y quizá hasta de una intervención militar se estaría hablando.
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