Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

martes, 19 de enero de 2010

Poemas para un instante

Ni tu ni el

A martillazos de cristal, el pecho
espera que el dolor le alumbre un llanto
es música y esperanza. Y mientras tanto,
silbo en silencio, contemplando el techo.
Sábanas son el mar, navío el lecho,
sedas hinchadas a favor de espanto,
y para qué cambiar: si me levanto
surco la misma sed que si me echo.
Silba en silencio. Sin salir de casa,
silbo a los cuatro vientos del olvido,
a ver si vuelve Dios. A ver qué pasa.
Qué va a pasar. Silencio a martillazos.
Un navío en el mar, y otro perdido
que iba y venía al puerto de mis brazos.

Blas de Otero

0 comentarios: