Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

miércoles, 20 de enero de 2010

El comentario: Racismo, xenofobia y elecciones

El poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht decía, en plena Segunda Guerra Mundial, que “el vientre que ha gestado la bestia inmunda, todavía es fecundo”. El eco de esta frase resuena hoy todavía como una advertencia seria ante el fantasma del fascismo, pruebas de esto hay todos lo dias en muchos paises europeos, Suiza, Italia y ultimamente también suceden en España . El tema me empieza a preocupar.

Hoy era un día en el que no tenia previsto hacer ninguna entrada en el blog, hoy me tocaba una de las tres sesiones de diálisis de la semana, y cuando acabo, la verdad no es que quede uno muy lúcido, pero mi rabia , mi asco, por algunas formas de la política, han hecho que no me valla a la cama, me coloque frente al ordenador y así poder echar fuera toda la mala leche que esta gentuza de mierda me han metido en el cuerpo mientras escuchaba la radio esta tarde en la sala de diálisis.

El asunto es que aprovechando la propuesta de algunos ayuntamientos como el de Vic o el de Torrejón de no empadronar a los "sin papeles", el Partido Popular en un repugnante y asqueroso oportunismo político vuelve a utilizar el tema de la inmigración como arma electoral, ya lo hicieron antes con el "contrato de integración". Su candidata a las próxima elecciones autonómicas en Cataluña Alicia Sánchez Camacho, también presidenta del PP catalán, presentó ayer sus carteles de propaganda afirmando que los ejes de su campaña serán la lucha contra la crisis y la delincuencia y el fin de la inmigración irregular, llegando a decir: "El padrón no puede ser la puerta de entrada de la inmigración ilegal. Es la punta del iceberg. En Cataluña y España no cabemos todos",

Al parecer este partido ha encontrado un inesperado filón electoral en la polémica sobre la decisión de algunos ayuntamientos gobernados por fascitas, militen donde militen, de no empadronar a los inmigrantes irregulares. El partido popular se ha tomado la precampaña de las elecciones catalanas de este año como un ensayo de las generales y el tema de la inmigración se adivina como una potencial fuente para atraer votos. El Partido Popular, con dicha propuesta que apela a los sentimientos más irracionalistas de la sociedad, hace demagogia y sale así a la caza del inmigrante, para obtener unos réditos electorales que en mi opinión no merecen por usar tanta bajeza moral. Votos obtenidos a ese precio,con tanta bajeza y tanta deshonra política, envilecen al que los recibe y perjudican a la sociedad democrática, nos hacen volver a etapas de la historia que los hombres deberíamos haber superado. Y es que volvemos a lo de siempre en este desmemoriado país que un día fue fuente de inmigración y mano de obra barata para levantar la Europa desvastada por la guerra, en este pais de nuevos ricos, de muchos especuladores y de muy pocos empresarios ... hasta hace poco más un año y medio a su población le encantaba ver a los inmigrantes encofrando, barriendo calles,recogiendo las basuras, cuidando ancianos, recogiendo fresas y aceitunas o cavando zanjas...pero llego la crisis y ahora ya no soportan ver a los hijos de esos inmigrantes en la escuela o a ellos en la sala de espera del ambulatorio, en el parque o en la panadería.

Al hilo de tanta hipocresia cabe preguntarme si Europa no ha descuidado, en su proceso de unificación, el problema fundamental de la reconstrucción de su nueva identidad, que hoy debe ser el multiculturalismo que la caracteriza. Cuando se observan algunas políticas en materia de emigración, se puede llegar a dudar de que Europa sea consciente de que los emigrados son también portadores de valores humanos y de que el multiculturalismo es un enriquecimiento mutuo. Los extranjeros que vienen a vivir y trabajar en Europa tienen que adaptarse a las reglas sociales de los países que les acogen. Esto no admite discusión. Pero también deben tener la oportunidad de sentarse a la mesa para disfrutar de la tarta. Algunas fuerzas políticas que ven al inmigrante un perfecto chivo expiatorio en tiempos de crisis. Es la historia de siempre...hace 500 años los judíos "envenenaban el agua de los manantiales" y así nos vino la peste negra ¿ o no fue así?... ahora con la imnmigración pasa lo mismo, esto es una nueva edición del mismo cuento. Y no será nada fácil ponerle remedio...el odio al diferente es una pulsión atávica del ser humano, como la superstición, o el recurso a la violencia...difícil de erradicar, por eso hacer demagogia con el tema es de una tremenda irresponsabilidad y de una repugnancia incalificables y luego la mayoría de esta gentuza política son de "comunión diaria." ¡Que fariseos!.

Quienes establecen diferencias entre los seres humanos son los mismos que lo han hecho siempre a través de la historia. Los mismos que establecían las diferencias entre patricios y plebeyos , entre hombres libres y esclavos, entre siervos y señores, entre blancos y negros, entre ricos y pobres, las mismas clases dominantes para perpetuar sus privilegios.

En la historia europea del siglo pasado, las crisis económicas precedieron siempre al fascismo y a la guerra. No creo que la historia se repita, ni que los procesos históricos sean fórmulas matemáticas o recetas de cocina que al aplicarlas den un mismo resultado, pero hay circunstancias que me invitan a pensar que, poco a poco, lentamente, un nuevo modo de fascismo se está instalando en el viejo continente. Orwell lo predijo en su clásico 1984.

Para terminar les digo a esta gentuza que utiliza el racismo y la xenofobia para ganar elecciones y conseguir poder político: ¡Dais asco! Por que sabéis mejor que nadie: Que es imposible acabar con la inmigración ilegal mientras la diferencia en la renta sea tan brutal entre las dos orillas del Mediterráneo y entre el Norte rico y el Sur pobre.

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