Solo ha hecho falta que llueva mansamente una semana, para evidenciar la incapacidad del Equipo de Gobierno de la ciudad para gestionar cualquier tipo de situación de crisis o emergencia por pequeña que esta sea. Todos hemos podido comprobar como las actuaciones de los equipos municipales han ido a remolque de la situación, poniendo parches, a salto de mata , sin coordinación, a destiempo y sobre todo sin que las actuaciones respondan a "protocolos" que deben estar definidos según el tipo de emergencia en el "Plan de Emergencia Municipal".
Lo que ha sucedido en el Camino del Pelaillo, Santa Adela y Playa de Poniente, era facilmente previsible, cualquier motrileño con dos dedos de "luces" sabe cuales son las zonas "inundables" del municipio. El grave perjuicio económico que se les ha ocasionado a ciudadanos y negocios de la zona ha ocurrido por la falta de previsión de un "Gobierno Municipal", que desde el mismo inicio del mandato, solo está instalado en su propia "incapacidad e inoperancia" camuflandola ante los ciudadanos con esa "queja" permamente hacia las demás administraciones, cuando lo que deberían de hacer, si fueran políticamente honestos es: Es vez de quejarse, seria todo lo contrario, estarle agradecidos, pues la poca gestión que hasta la fecha pueden presentar, se la deben a los planes de esas otras "administraciones supramunicipales" que tanto critican. Porque de cosecha propia,¡¡Nada de nada!!
Pero no es mi intención hacer ahora un balance de gestión, en su momento sacaremos el programa electoral y veremos lo que han cumplido.
Lo verdaderamente importante ahora, es que lo sucedido no se repita más, por que si esto ha sido por unos pocos día de lluvia, que podría pasar en esta ciudad, si alguna vez ocurriera una emergencia de mayor naturaleza, el desastre podría ser muy gordo. ¡Para echarnos a temblar!
Señor Rojas, es inadmisible que la ciudad no disponga de un verdadero Plan de Emergencia Municipal para hacer frente a estas situaciones "previsibles o imprevisibles", actualizado en sus objetivos, en el que estén muy claros los mapas de "riesgos y de recursos", tanto técnicos como humanos, elaborados los protocolos y procedimientos adecuados de actuación, planes de evacuación, etc, así como la formación del personal del ayuntamiento y de Protección Civil, la dirección-coordinación tanto interna, como con las otras administraciones supramuncipales, Comunidad Autónoma y el propio Estado.
Señores gobernantes de la ciudad, dice el sabio refrán: Que después de la tempestad viene la calma, aunque en este caso, solo ha sido una pequeña tormenta en un vaso de agua lo que les ha desbordado, tomen nota, les ruego encarecidamente que no echen en saco roto la experiencia que se ha vivido en estos días en Motril, después de que sucedan las catástrofes, no vale de nada lamentarse, ni siquiera el pedir la "declaración de zona catastrófica," siempre será mejor "evitarlas" en lo posible.
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