Hoy 25 de Julio, festividad de Santiago apóstol en esta sección habitual de los domingos dedicada a mis gustos musicales os traigo un tema que tiene que ver con la lluvia, con Santiago de Compostela y también con mi relación con esta hermosa ciudad.
Para empezar tengo que deciros que si existe un lugar , o una ciudad a la que siempre he de volver, es Compostela, no importa el numero de veces que la visite. En cada visita descubro nuevas sensaciones cuando paseo por sus calles y plazas. Lo mio con esta ciudad fue amor a primera vista, un autentico flechazo, la magia de sus calles y de sus edificios de piedra me embrujaron para siempre aquel verano del 74, cuando pisé su calles mojadas por primera vez, creo que ya ha llovido algo sobre sus bellas piedras. Desde entonces, cada cierto tiempo tengo una necesidad imperiosa de volver allí.
Cuando llegan estos dias del mes de Julio, la nostalgia me embarga , sueño con la ciudad que tanta veces recorrí. Camino al anochecer por los soportales de sus calles y plazas bajo un cielo gris. La lluvia dibuja en mi retina la luz plomiza y brillante que reflejan las piedras mojadas de sus monumentos. La ciudad vieja es toda una escultura de piedra labrada por el tiempo, la historia, y muchisimas manos curtidas de artistas. Esta ciudad te fascinara siempre, no importa que hayas estado antes, en cada nueva visita, su magia volverá a encandilarte. Pasear por su casco antiguo es un placer para los sentidos y el espíritu al que resulta imposible renunciar, hay que recorrerla, sin prisas, sin apremios de tiempo, disfrutando del pasear a diario entre sus edificios históricos, debajo de sus soportales, y por sus tiendas y plazas. Tanto me gusta el tema que me atrevo a ser vuestro guia en un breve recorrido por lo más importante.
El recorrido por la ciudad de Santiago de Compostela, no puede sino comenzar por la legendaria Puerta do Camiño o Puerta del Camino. De las siete viejas puertas que tenia su muralla medieval, solo queda esta puerta en pié, que su contemplación es sin lugar a dudas el gozo de los peregrinos que llegan por el camino francés, pues significa que ya han llegado a la ciudad.
Para el peregrino el camino viene ligado a algo muy importante: la meta. Ese fin de trayecto que lo marca la famosa Praza do Obradoiro y en ella la hermosa Catedral. Tanto la catedral como la plaza son muestra de toda la historia de la ciudad: en ellas se plasmaron los estilos artísticos de las diferentes épocas de la arquitectura compostelana románico, gótico, barroco etc.
Adosado a la catedral por la parte norte está el antiguo palacio arzobispal, llamado de Xelmírez. Los fríos muros modernos esconden una de las muestras más importantes de la arquitectura civil medieval europea.
Otros dos edificios completan el conjunto de la plaza, justo enfrente de la catedral el Palacio Raxoy, neoclásico del siglo XVIII y en el lado norte de la plaza el grandioso Hostal de los Reyes Católicos. Este edificio fue construido por orden de los monarcas como hospedería para los peregrinos enfermos y actualmente lo ocupa un parador nacional.
Para admirar como corresponde la monumentalidad de la catedral hay que recorrer todo el perímetro en torno a ella. Saliendo por la puerta posterior de la catedral se accede a las plazas de la Quintana y de las Praterias, dos de los espacios más vividos de la ciudad. Aquí se emplaza el Monasterio S. Paio de Antealtares, los pórticos de la Casa de la Conga, las escaleras que dan a la Casa de la Parra, y la propia catedral con la Puerta Santa.
En el entorno se puede apreciar de algunos otros edificios importante como: El Convento de San Martiño Binario, cuya iglesia barroca ostenta una fachada plateresca de enorme belleza; El Convento de Santo Domingo de Bonaval, que actualmente alberga el Museo Popular Gallego con una bonita colección; y Las Antiguas Cocinas Románicas, actualmente ocupadas por la colección del Centro Gallego de Arte Contemporáneo.
Una vez visto el alma de la ciudad, el mejor plan de visita es caminar sin rumbo, despacio, sin pretender verlo todo en un día, y perderse... así descubrirá cada viajero su propia Santiago de Compostela.
Para finalizar este pequeño recorrido por la ciudad de mi amores os cuento esta anécdota. En una de la ultimas visitas, yo ya estaba con el tratamiento de diálisis, en la clínica el personal de enfermería me preguntó ¿ ha pasado ya usted la Puerta Santa?, a lo que respondí: "La Puerta Santa todavía no, y no estoy seguro que la vaya a pasar, pero de lo que si podéis estar seguros es que he traspasado todas las puertas de todas las tabernas de la Rúa do Franco" (calle llamada así en referencia a los francos que trabajaron en la construciçon de la catedral a las ordenes del maestro Mateo), y es que Compostela al ser ciudad universitaria tiene una de las mejores rutas de tapeo de España.
Después de la cantinela compostelana vamos con el tema musical de hoy, que como comprendereis no podía ser otro que "Chove en Santiago" interpretado por mi grupo favorito de música folk, Luar na lubre (resplandor de la luna en el bosque) en una actuación junto al cantautor madrileño Ismael serrano.
Chove en Santiago ( llueve en Santiago) es un precioso verso escrito por Federico Garcia Lorca, verso que forma parte de un grupo de seis dedicados a Galicia y que son los únicos que nuestro poeta universal escribió en la lengua de Rosalía de Castro.
Traducido dice algo parecido a esto:
Llueve en Santiago mi dulce amor/camelia blanca del aire/
brilla entenebrado el sol/ llueve en Santiago/ y es noche oscura/
hierbas de plata de sueños/ cubren la desierta luna/
mira la luna en la calle/ queja de piedra y cristal/
mira el viento perdido/ sombra de tizna de tu mar/
Santiago, lejos de tu sol/agua de mar/
remueve mi corazón.
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