Protagonizada por Jack Lemmon -con quien Wilder filmaría otros clásicos del cine como Con faldas y a lo loco (1959) o En bandeja de plata (1966)- y Shirley MacLaine, a Wilder se le ocurrió la idea de rodarla mientras contemplaba 'Breve encuentro', un filme de 1946 de David Lean en la que Trevor Johnson y Celia Johnson interpretaban a dos almas perdidas que se encuentran en una estación de tren, momento a partir del cual viven un amor prohibido que les saca de la rutina de sus respectivos matrimonios.
El apartamento ganó cinco Oscars: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Montaje, Mejor Guión Original y Mejor Dirección Artística. Menos suerte tuvieron Jack Lemmon y Shirley MacLaine, quienes se quedaron sin la estatuilla a la que optaban pese a la incomparable química puesta de manifiesto a lo largo del metraje de la cinta y del que más tarde harían gala en 'Irma la dulce' (1963), también a las órdenes de Wilder.
El encanto de El apartamento radica en que bajo el tamiz de la comedia se esconde un amargo trasfondo social, con el individuo subsumido en la masa capitalista, explotado por sus jefes y condenado a lo más bajo del escalafón social, una suerte de mayordomo que presta las llaves mientras se ve condenado a pasar la noche vagando y alimentado su melancolía. Un tipo solitario, en definitiva, que escurre los espaguetis empleando una raqueta de tenis mientras sueña con armarse de valor para confesarle su amor a la chica con la que se cruza todos los días de camino al tedio de su oficina. El vídeo corresponde a la escena final de esta joya del 7º Arte.
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