La furia de la naturaleza ha recordado al mundo entero que Haití existe. Ojalá mañana, o dentro de unos días, cuando la tragedia salga de los titulares de los periódicos, de los telediarios y de los reclamos de los organismos internacionales, cuando se apaguen las cámaras y los focos, cuando los políticos se marchen después de hacerse la ultima foto, cuando estos miles de muertos de hoy hayan sido sepultados, no nos olvidemos de que Haití seguirá existiendo, pobre y misérrimo, pero seguirá existiendo y su gente seguirá muriendo si no se cambia el destino trágico que un mundo injusto deparó a los herederos de aquellos esclavos que hace dos siglos lucharon por ese sueño utópico de "la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los hombres". ¿Como si esto fuera posible? Es curioso que la intolerancia procediera principalmente de la antigua metrópolis: la Francia salida de la primera gran revolución social, que le cerró los indispensables asideros económicos, forzando además a la nación haitiana a pagar una enorme deuda. Ahora, cuando se habla de Haití en el el mundo "rico y civilizado" los gobernantes deberían utilizar palabras que no sólo fueran las de tristeza y horror ante la tragedia, sino también de culpabilidad, por su mala conciencia. Haití necesita de toda la ayuda que le llega hoy, pero también la que necesitaba, la que reclamaba desde mucho antes de esta catástrofe, la ayuda que le hubiera permitido salir de su ancestral miseria, de su ignorancia compacta, de su pobreza, que es tan y hasta quizá más devastadoras que el más devastador de los terremotos.
Las decenas de miles de muertos que hoy yacen bajo los escombros de una ciudad pobrísima, en las fosas abiertas de cualquier manera y hasta en las mismas calles de la ciudad nos conmueven de una manera especial. Pero, ¿y los que morían de hambre y desesperanza un día antes, a quién conmovían. y los que morirán mañana o dentro de un año . ¿ y a nosotros nos seguira todo esto afectando? ¿Seguiremos todavia bajo los efectos del "Show" mediático?. ¡ O para entonces estaremos otra vez encerrados dentro de nuestro asqueroso individualismo egoísta!.
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