Como prometí, poco a poco voy desgranado mi último viaje a tierras escocesas, una de las cosas interesantes fue la visita a la Rosslyn Chapel.
Apenas a una media hora del centro de Edimburgo y utilizando como medio de transporte un autobús de linea regular podrémos llegar a Rosslyn Chapel, monumento que se ha hecho famoso por ser una de las capillas a la que refiere el belseller de de Dan Brown,la novela el Código Da Vinci.
Multitud de mitos y leyendas rodean Rosslyn Chapel; caballeros templarios, el Santo Grial, santos y demonios, todos mezclados en el mismo sitio para gozo de los visitantes más esotéricos.
Rosslyn Chapel, fue construida en 1446 por Sir William St Clair, tercer y último principe de Orkney St. Clair. Excavaciones realizadas sugieren que la capilla existente fuera parte de una estructura mucho más grande.
La capilla, se puede calificar como única en su especie sin miedo a equivocarse debido a su simbología. Despertará vuestra curiosidad casi con total seguridad.
Elaborada y singularmente interesante, imposible de calificar dentro de un plano arquitectónico, la capilla se compone de una suma de estilos que conforman la excelente obra conjunta que podemos apreciar.
La sensación al bajar del autobús y comenzar a ver las señales que indican el camino que conduce a Rosslyn Chapel es bastante intrigante. Es difícil imaginar que en un pueblo tan pequeño y tan cercano a Edimburgo se encuentre una de las edificaciones más misteriosas relativa a los caballeros templarios y su historia.
La capilla está situada a las afueras del pueblo de Roslin, en la región de Midlothian - Escocia y rodeada de la belleza natural del país, con campiñas verdes y el pueblo vislumbrándose en el horizonte, creeréis que habéis viajado en el tiempo a época medieval.
Pilar del Aprendiz (Rosslyn Chapel). Esta hermosa columna debe su nombre a una leyenda que dice que el maestro albañil encargado de tallarla no se atrevía a iniciar su tarea sin haber visto con sus propios ojos el original, que estaba en una lejana ciudad (Roma, tal vez). Así que emprendió un largo viaje con este fin. Pero antes de partir había facilitado a su aprendiz el modelo de la columna, lo que, a fin de cuentas, iba a resultar fatal para éste: a su vuelta, el maestro vió que el aprendiz había terminado el trabajo y, celoso y encolerizado, lo mató con su mazo.
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