Francisco Lorenzo
sábado, 14 de marzo de 2009
La otra crisis
Llevamos varios meses escuchando y leyendo noticias y artículos de prensa sobre la actual crisis económica global. Se dice por los expertos que es la peor crisis económica desde 1929. En todos los paises los gobiernos se están volcando en adoptar medidas para intentar "salvar" en la medida de lo posible un sistema financiero y un modelo económico en el que parece que no estan muy claro cuales van a ser sus planteamientos en el futuro próximo. Algunos, los más radicales incluso plantean su final, otros hablan de refundación del capitalismo, y otros entre los que me incluyo, estamos en lo de siempre,las crisis las genera el propio capitalismo para salvarse así mismo utilizando al estado. El capitalismo, que tanto habla de economía de libre mercado, cuando los beneficios entran en sus cajas fuertes a "punta pala", no tiene ningún empacho, en pedir la intervención del estado y los recurso públicos, cuando llegan las crisis fruto de sus ambición irresponsable y deshonesta.
En todos los sitios, todo el mundo habla sobre las medidas que se pueden tomar a corto o medio plazo para salir de esta crisis. Yo no soy económista y "doctores tiene la iglesia", aunque parece que andan un poco o quizá bastante desorientados. pero si quiero dar mi opinión como ciudadadno sobre dos aspectos que parece no suelen tener en cuenta nuestros "Gurús" de la economia.
El primer aspecto es el histórico. Lo que ellos llaman fluctuaciones económicas se deben, en parte, a que nuestros dirigentes no saben historia. Se comportan y actúan como si el presente fuese a durar eternamente. Las decisiones económicas se toman como si el futuro, que desconocemos fuese una simple continuación del presente, lo que supone pensar -erróneamente- que la economía va a evolucionar de manera continua y no cíclica.
Ya en el antiguo testamento José, hijo de Jacob, interpretó el sueño de las vacas gordas y las vacas flacas del faraón como un inminente ciclo económico. Sorprende que personas que debieran conocer, al menos, la historia reciente se sorprendan -valga la redundancia- ante la llegada de una nueva crisis económica. Es inadmisible que los que llamamos agentes económicos y los especialistas en la materia incurran, una vez tras otra, en la ilusión de creer que por fin se ha dado con la fórmula mágica del crecimiento continuo. Repito soy profano en la materia y, por lo tanto, no puedo discutir las medidas que se están tomando, pero si puedo hacer una recomendación a aquéllos que se llaman a sí mismos dirigentes economicos o políticos: aprendan de la Historia, pues ésta siempre tiene algo que enseñarnos.
El segundo aspecto es el ético. Hace unos meses, el presidente de honor del Club de Roma, Ricardo Díez Hochleitner,hacia de manera bastante tajante esta afirmación: «Parece ser que la solución para evitar en el futuro desequilibrios tan profundos y extensos como el actual desastre financiero es la educación en valores éticos». para mi creo que este señor con esta afirmación pone el dedo en la llaga al situar nuestra mentalidad colectiva en el centro del problema: hemos apartado la mirada ante una carrera de oportunismo económico y si queremos que en el futuro no vuelva a producirse semejante desastre es necesaria una educación en valores éticos que articule los significados que dan sentido a la vida comunitaria.
Gran parte de la responsabilidad de la actual situación reside en una mentalidad neoliberal que ha desposeído a las escuelas de cualquier elemento formativo social y las ha reducido a meros lugares de información profesional. Lo privado se ha disociado de lo público de manera tal que éste último se ha subordinado al interés privado. La ética no es natural, es el resultado de una larga educación cívica para que la responsabilidad ante uno mismo sea inseparable del bien común. Falta una ética cívica, un compromiso de responsabilidad ciudadana con el interés general, con el bien común.
Si no aprendemos de la Historia y no formamos a nuestros ciudadanos y a nuestros hijos en una ética del bien común, del bien público, del interés general, otra crisis como esta volverá a sacudirnos. Empezemos resolviendo la profunda crisis de etica que padecemos en el mundo rico y tendremos el verdadero "antidoto" contra la otras crisis,"las económicas".
¡Ser felices y pasarlo bien el fin de semana!
Hoy os recomiendo escuchar "La Malagueña", composición de la "suite Andalucia" del autor cubano Ernesto Lecuona.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario