Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo

miércoles, 14 de enero de 2009

El ghetto de Gaza


La franja de Gaza se desangra.A cada hora que pasa se sigue incrementando el numero de victimas civiles de esta guerra injusta y desigual, mientras el mundo asiste cruzado de brazos.
Mientras escribo estas lineas, miesntras alguien las lee, las bombas sigue cayendo sobre un pueblo atrapado en una ratonera, entre el mar, los muros y los tanques israelíes, y al que solo se le concede apenas tres horas al día para respirar y enterrar a sus seres queridos. Y, acto seguido, continuar muriendo. “Las puertas que impidieron el paso de los alimentos y medicinas se abren ahora para recibir a los muertos".

Pienso esta noche en las cientos de madres que lloran a sus hijos, imagino ese río interminable de lágrimas, esos gritos de dolor; y en que todo eso se produce mientras nosotros arropamos a nuestros hijos en sus camas, como si no pasara nada, como si todo fuera normal; y me ronda en la cabeza la acertada definición que leí en “El miedo a los bárbaros” de Tzvetan Todorov, flamante Príncipe de Asturias: “Ser bárbaro es quitarle al otro su humanidad, negársela”. Convertirlo en un ser extraño, distinto a nosotros; sencillamente tratarlo como si no fuera humano o como si no lo fuera del todo. Ver lo poco que nos diferencia y no lo mucho que nos une, resolver los conflictos mediante la violencia... La tortura, la humillación y el sufrimiento que se infligen a los otros forman parte de la barbarie. Llevar al colapso económico, al bloqueo y al aislamiento de un pueblo también lo es.

La barbarie nace de esa falsa distancia que nos impide reconocer a nuestros vecinos como a iguales, como un cuerpo cruzado por venas y sangre roja, huesos y músculos, y un corazón que late al ritmo de los sentimientos, con parecidos deseos y aspiraciones de libertad, paz y bienestar. Barbarie es ser capaz de decir sin inmutarse que no hay crisis humanitaria en Gaza, y que la situación es la que debe ser, como hizo la ministra de Exteriores del Gobierno israelí, Tzipi Livni.

Se comporta también como un bárbaro todo el que se mantiene indiferente ante el dolor ajeno, el que no hace nada por evitarlo aunque no lo cometa directamente porque no empuña el arma ni arroja la bomba; el que permanece impasible como si no le atañera ese sufrimiento descomunal, el que no siente ninguna clase de empatía con el que muere y no demuestra piedad, porque sencillamente no se conmueve, como un psicópata cómplice. Este despojamiento de la humanidad del otro, esta barbarie de maltrato sistemático, combinado con la más desvergonzada indiferencia y/o connivencia internacional, hace ya mucho tiempo que sucede en la ocupada y bloqueada Gaza, un gigantesco "gheto de cielo azul y gris", donde no se permite el libre acceso de alimentos, combustible, agua, anestesia o medicinas,una carcel donde se su habitantes se tortura psicológicamente llamándolos por teléfono 5 minutos antes de saltar despedazados por los aires. Una cárcel que sobre vuelan aviones lanzando toneladas de bombas desde hace dos semanas y que han matado a 1000 seres humanos.
Gaza es es ghetto de la vergüenza mundial la Varsovia y el Auschwitz del siglo XXI, un nuevo crimen contra la Humanidad.

Porque el objetivo último de Israel no es –como asegura el Gobierno de Ehud Olmert- la seguridad de los israelitas; inalcanzable, por otra parte, en tanto se mantenga a Gaza aislada, humillada, asediada, indefensa; mientras no se respeten resultados electorales obtenidos limpiamente aunque no sean los “deseados” –como los que dieron el triunfo a Hamás en las elecciones legislativas hace tres años-, mientras se le nieguen las ayudas humanitarias a la población, mientras no se permita a los palestinos habitar en su propia tierra, mientras apenas exista diferencia entre la vida y la muerte. El verdadero objetivo de Israel –lo demuestran sus acciones- es la aniquilación del pueblo palestino,para ser precisos, esto no se puede llamar "guerra", su nombre real es "genocidio"

El proximo dia 20 se enero se produce el deseado cambio en la "Casa blanca" con la toma de posesión de Barak Obama como presidente de los Estados Unidos, en ese dia millones de personas en todo el mundo podremos comprobar si la patente de corzo que tradicionalmente vienen ofreciendo los Estados Unidos a Israel se acaba, o por el contrario se mantiene. Es nuestra esperanza, la gran esperanza de todos los que pensamos que otro mundo es posible. Aunque dudo de que la propia sociedad americana y los "lobbys judios" lo permitan. de todos formas tan mal ha ido el mundo con Bush que a poco que se haga peor no será.

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